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domingo, 23 de enero de 2011

Catedráticos por puntos. Primer comentario al Borrador del Estatuo del PDI. Por Juan Antonio García Amado

En la última versión que ha circulado, el Borrador del Estatuto del Personal Docente e Investigador de las Universidades Públicas Españolas (preacuerdo de la Comisión Técnica de la Mesa Sectorial de Universidades, de 12 de diciembre de 2010), lleva un Anexo sobre “Criterios básicos para la evaluación de la carrera horizontal académica”). Lo que hay que ver. Qué gran innovación, la carrera horizontal. Esperemos que pronto la norma incorpore también unas consideraciones sobre el salto vertical y sobre el agua húmeda y las pelambres pilosas, por ejemplo.

En el art. 16 se dispone que tanto entre profesores titulares como entre catedráticos habrá tres grados, grados que “responden al reconocimiento de los méritos y de la trayectoria individual de cada profesor”. Así que se acabó lo de tener amigos entre los colegas y andará todo el mundo mirándole de reojo el grado al vecino. Ya saben, titulares y catedráticos de primera, segunda y tercera, aunque no los llamarán así para que no sufra el igualitarismo semántico del pijerío actual. Ya sabemos que se puede cobrar distinto, siempre y cuando que nos llamemos igual, pues la desigualdad ofensiva de verdad es la terminológica, no la otra. Así que habrá grados y gradas dentro de cada cuerpo universitario.

El apartado 3 de ese artículo dice que “La promoción a cada uno de estos tres grados se basará en la acumulación de puntos como resultado de las sucesivas evaluaciones académicas globales del profesorado”. Más trabajo para los evaluadores, mira qué bien. Menos mal que por evaluar también pagan unas extras. Y sigue ese precepto: “En dichas evaluaciones se valorará el conjunto de la actividad docente, actividad investigadora, actividad innovadora y de transferencia de conocimiento, participación en la dirección y gestión universitaria, así como la participación en actividades institucionales, que deben tener en cuenta las actividades sindicales y las actividades en tareas de cooperación, siempre que estén relacionadas con la actividad académica del profesorado y con la universidad”.

Lo de los sindicatos puntúa, pues.

El mentado Anexo sienta la escala de puntos por cada uno de esos apartados de la evaluación y algunas pautas para su aplicación. Lo veremos dentro de un momento.

Además de regular los puntajes para ascender horizontalmente entre los tres grados del cuerpo de titulares o de catedráticos, dice el Anexo que “La obtención de 120 puntos en el baremo dará derecho a los profesores titulares de universidad a ser acreditados como catedráticos” (aptdo. 6) y que “La obtención de 140 puntos en el baremo dará derecho a la obtención –es muy interesante esta obtención de un derecho a la obtención- de un cuarto grado de excelencia para catedráticos y titulares acreditados como catedráticos”. De modo que los ascensos posibles en horizontal son tres, tanto para titulares como para catedráticos, pero hay un cuarto. Fray Gerundio Campazas también era de León.

Según ese proyecto de Estatuto, para acceder a catedrático de universidad ya no existirá sólo la vía de la acreditación a través de la ANECA, sino que se podrá también mediante esta otra evaluación, en la que se van sumando puntos, puntos que se establecerán en "evaluaciones académicas globales del profesorado" (art. 16.2). Pues bien, a tenor de lo que figura en el art. 16.4 y en el Anexo del Borrador de Estatuto, tales puntos se asignarán por:

a) Antigüedad (hasta un máximo de 20 puntos; para que digan que envejecer no es chollo);
b) Méritos docentes (hasta 50 puntos).
c) Méritos de investigación (hasta 50 puntos, máximo; es decir, que ser la mar de antiguo –veinte años- cuenta casi la mitad -véase el apartado a)- que ser premio Nobel).
d) Méritos por innovación y transferencia de conocimiento (la pamplina de moda: hasta 40 puntos).
e) Méritos de dirección y gestión académica universitaria (un máximo de 30 puntos; ya ven, uno que haya sido toda la vida decano suma más de la mitad de los puntos que puede conseguir alguien que no haya hecho más que investigar hasta que obtuvo el Nobel). Se añade que “En este criterio hay que incorporar la participación en las actividades sindicales y de representación”. Cómo no, cómo no.
f) Formación (hasta 10 puntos. Esto ya se sabe que es para que puedan seguir ciertos pedagogos dando sus memecitas para mamacitas y papacitos; y cobrando, claro. Auditorios cautivos para los dueños del club).

Repitámoslo: el que en una de esas evaluaciones con este baremo alcance 120 puntos y sea profesor titular resultará acreditado como catedrático. Y, si ya es catedrático y llega a 140 puntos, merecerá el cuarto grado de excelencia para catedráticos, lo más alto de lo horizontalmente alcanzable.

Bueno, pues ahora sumen ustedes. O, mejor, yo les adelanto el veredicto de la aritmética:

- El total de puntos posibles da 200.
- Si descontamos los 50 que como máximo se pueden obtener por méritos investigadores, quedan 150 puntos.
- Puesto que para tener que ser acreditado como catedrático basta que la evaluación otorgue un total de 120 puntos, no sólo SE PUEDE ALCANZAR LA CÁTEDRA SIN UN SÓLO MÉRITO INVESTIGADOR (cero puntos), sino que se puede llegar "sobrao" si se es bastante viejo, se ha sido vicerrector o presidente de la Comisión Universitaria de Comisiones Universitarias o de algún Observatorio de los Observatorios de la Parte Este de Esta Universidad y se han hecho unas cuantas cretineces más, como asistir a cursitos para dummies y colgar en la red unos materiales en colorines.

- Pero no sólo eso: puesto que para ser cátedro top horizontal alcanza con 140 puntos, también cabe acceder al paraíso académico sin haber dado un palo al agua como investigador.

Ahora háganme el favor de echar la cuenta de los puntos que puede lograr un tipo que en su disciplina es el número uno del mundo -bueno, o el dos o tres; o el veinte-, pero que se ha pasado toda la vida en su laboratorio y con sus publicaciones y que no ha tenido cargos, no ha escuchado las mamarrachadas de los pedagogos en sus cursos para polipijos, no ha innovado marcándose un convenio con la empresa de basuras del municipio y no es demasiado viejo todavía. Éste no llega a catedrático en su santa vida, ni con la ANECA ni con estos puntos del todo a cien. ¿Solución para él? La emigración, of course. Vente a Alemania, Pepe.

Alguien, con su parte de razón, puede alegar que las cuentas salen así, pero que sin sumar en investigación difícilmente un profesor titular va a contar con esos 120 puntos que necesita para la cátedra, por esta vía. Es verdad, no lo tiene fácil... si no es viejo, pues resulta muy complicado sin añadir puntos por antigüedad y por méritos docentes (20 + 50 = 70, de un total de 200 posibles), y los méritos docentes también se van adquiriendo con el paso del tiempo principalmente. Pero cuanto más viejo es ese titular, más tiempo ha tenido para hacerse antiguo en general o en la docencia, para ocupar cargos, para asistir a cursitos..., para sumar pichipuntos hasta los 120, aunque no tenga casi nada en investigación.

Por las mismas, lo tiene chunguillo para hacerse catedrático el buenísimo investigador joven. Aunque sea el mayor genio mundial de la Física o la Química (y, si queremos, añadamos que el que mejor las enseña, el más fantástico profesor de la materia) y a los 35 o 40 años ya cuente con los máximos reconocimientos internacionales como investigador, no le habrán dado los años para acumular los 120 puntos, ya que:

a) Será poco antiguo aún.

b) No habrá podido juntar suficientes méritos docentes, pues para esos méritos van a contar sobre todo los años de... antigüedad en la docencia. Esto de los méritos docentes se calcula a cinco puntos por quinquenio reconocido (apartado b) del art. 5 del Anexo). O sea, automatismo de la antigüedad y duplicación del cómputo de los años: por años (a un punto por año, hasta sumar 20 máximo –aptdo. a) del art. 5) y por quinquenios. Y puesto que, mientras no nos indique el legislador otra cosa, cada quinquenio tiene cinco años y ya que caen cinco puntos por quinquenio… ¡a punto por año! Así que cada año que usted envejece en la universidad vale por un punto de antigüedad y otro de mérito docente. Pero como el total por antigüedad son 20 puntos, después de 20 años cada año que usted siga aquí apalancado ya no tiene un valor de dos puntos, sino de uno nada más. Es decir, al hacerte más antiguo, decrece tu antigüedad.

c) Si ha logrado cotas tan altísimas como investigador, será -además de por su valía, que es lo primero- porque no ha perdido tiempo en menesteres como tener cargos académicos -¿habrá algo más estéril hoy en día, salvo que uno quiera llegar a concejal, nada menos, o que en su pueblo crean que el pobre diablo es alguien en la ciudad?-, asistir a cursitos o inventar bobadas transferibles, de modo que se quedará con todos esos puntos de menos.

¿Parece demasiado duro lo de “bobadas transferibles”? Miren lo que menciona el apartado f) del art. 11, en su enumeración de las “Actividades de innovación y transferencia de conocimiento”: “La participación en incubadoras de empresas a partir de los resultados de la investigación”. Sí, dice "incubadoras de empresas". ¿Qué haces ahí sentado? Nada, es que estoy incubando una empresa y me dan unos puntos; ya está a punto de asomar... el pollo. ¿Será una errata lo de que un profesor o profesora se pongan a incubar y les salga talmente una empresa? ¿No basta incubar impresos, que es lo que hacemos todo el día? No les digo más, pero lean ustedes esa lista del art. 11; es abracadabrante y, además, se les ven muchos plumeros a los dueños del club este de la carre(te)ra académica.

Pero hay más: si para los méritos de investigación van a contar sobre todo los sexenios reconocidos (apartado 5 c) del Anexo), tampoco por ahí le va a alcanzar para tener la máxima puntuación, pues con 40 años le da como mucho para tres sexenios, y eso contando ya desde los 22 años; o sea, no conseguirá tampoco los 50 puntos de investigación.

Moraleja: el sistema está pensado para que ningún genio llegue joven a catedrático, salvo que pase por el aro de hacer lo que es más propio de los mindundis (acumular cargos, ir a cursitos y hacer pantomimas de diseño con los estudiantes; en suma, dejar de ser y parecer tan listo y competente). Lo importante es bajarles los humos a los grandes investigadores y a los jóvenes que tengan vocación de tales. ¿O qué se habían creído?

Así que tenemos el rompecabezas ya compuesto, con sus dos partes principales:
1) que ningún buen investigador consiga joven la cátedra;
2) que cualquier viejo profesor que sea suficientemente trepa alcance la cátedra, aunque no haya investigado nada, o casi. Con 55 años, por decir algo, y estando avisado con tiempo de lo que suman ciertas actividades y cargos, llega a catedrático cualquiera con este sistema, aun sin investigar.

Creo que también ese es el propósito de fondo: que no haya catedráticos jóvenes -es demasiado tiempo cobrando el sueldo más alto- y que casi todos los profesores (salvo los irredimibles que ni por esas) se jubilen de catedráticos (es antigualitario que lo diferente no termine igual). Cuerpo único, pero cuerpo viejo. Ese es el lema de fondo. Con cien años todos calvos, pero, antes, con sesenta, catedráticos. Con treinta, mileurista y a tragar con carros y carretas mientras te haces antiguo sin rechistar. Si quires cátedra mañana, ahora cama y luego cana.

Sólo una cosa les ha quedado en el tintero, pues no han sabido cómo lograrla, aunque imagino que todavía andarán dándole vueltas y a lo mejor lo consiguen: la manera de evitar que los buenos investigadores que ya son viejos se hagan catedráticos o sigan siéndolo. Los redactores no han dado aún con el elemento diferenciador, el que permita que los viejos profesores inútiles se hagan catedráticos, pero impida que los investigadores excelentes lo sean en su puñetera vida, incluso de ancianos.

Yo sé cuál sería la fórmula, pero guardemos el secreto, porque como se enteren los de los sindicatos y en el ministerio la aplican a rajatabla: políticas de discriminación positiva. Basta presumir que si unos no investigaron, fue porque no pudieron, debido a que eran objeto de explotación y abuso por parte de los que se llevaron los sexenios, las publicaciones y los méritos todos. Así que, sobre esa base, se podría considerar, a efectos de cómputo para la evaluación para catedrático, que el número de sexenios cuenta, pero con valor inverso: es decir, que tener cero computa como tener cinco y tener cinco como tener cero (y así sucesivamente: tener uno vale como cuatro y tener cuatro, como uno; etc.). Sería mano de santo y haría el sistema definitivamente justo, igualitario y muy, muy progresista. Un ejemplo para Occidente y un estímulo para las futuras generaciones de universitarios.

20 comentarios:

  1. Demencial el sistema. Muy bueno el post.

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  2. Ni este tipo , ni este otro , conseguirían una Cátedra en España. Nótese que uno es nacido en Australia y trabaja en UCLA, y el otro nacido en Rusia y trabaja en la Universidad de Manchester.

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  3. Vamos, el cuadro normativo idóneo para el mamoneo docente universitario, asegurando bien que la actual Universidad siga siendo ese cancer en la sociedad española.

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  4. En el contexto de la crisis social actual, repugna tanta desverguenza.
    Fernando Guanarteme.

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  5. Para el autor del post: ¡Gracias amigo! Aparte de tener TODA LA RAZON DEL MUNDO (con tu sentido del humor, seguro que buscarías una buena broma para esta expresión) me has hecho reirme como no me reía desde hace un año. Gracias por expresar lo que pensamos la mayoría (incluidos algunos Catedráticos, que tal como va el sistema pronto llegará a darnos vergüenza serlo).

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  6. Un joven investigador no tendrá que esperar a viejo para conseguir la catédra porque para ello tendrá el sistema actual: presentar su CV a la ANECA y ser evaluado.

    No hay que confundir este sistema de puntos correspondiente a la carrera horizontal (que será AUTOEVALUABLE) con el sistema de acreditación a cuerpos docentes que no desaparece. La carrera horizontal favorece que para pasar a un cuerpo superior (cuando ya se es profesor universitario) no se tenga que volver a concursar.

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  7. Por otra parte está el tema de los perfiles profesionales. En mi universidad, al menos, nos hablan de perfiles (docentes, investigador, de tercera misión, de gestión,... etc).

    Si se analizan los criterios ANECA puede verse claro que nadie puede promocionar de TU a CU con un perfil docente. Sin embargo, es un perfil que existe. Este sistema de carrera horizontal está pensando para que que un profesional con perfil docente pueda promocionar en su puesto de trabajo de manera horizontal.

    A los que tenemos perfil investigador esto puede no gustarnos porque pensamos que un investigador lo merece más que un vulgar docente. Pero hay opciones como existe el ciclo de vida profesional. Y, así por ejemplo, si cuando es joven puede tener un perfil más investigador, quizá a partir de los 50 decida dedicarse más a la labor discente (cosa que le impedería cualquier promoción).

    Creo que esta nueva version del estatuto la debemos leer con calma y de una manera más optimisma.

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  8. Tienes toda la razón. A mí me avergüenza esto, en realidad desde antes, pero ahora más. Ahora ya están llegando los titulares y catedráticos por correspondencia. A partir de ahora, llegarán por puntos... todo a plazos, todo aplazado, pero al final, todos igual.

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  9. Estimado el anónimo del "perfil docente":

    Creo que, contra lo que afirmas, este modelo NO apoya el perfil docente (ni tampoco el perfil investigador).

    La docencia permite obtener 50 puntos de 200. Es decir: exactamente lo mismo que investigación. Si quieres puedes releer el post y allá donde dice "investigación", sustitúyelo por "docencia" y arrojará el mismo resultado.

    Querido amigo, bajo el Terrorregime del Estatuto los profesores universitarios (académicos docentes e investigadores) serán valorados con un baremo que otorga a la docencia y a la investigación LA MITAD de todo su mérito. Es decir: que TODA la MEJOR docencia e investigación, para el Estatuto, vale tanto como los cursitos, las adjuntías al vicedecano o la puñetera antigüedad.

    Lo peor de todo esto es que, como en alguna ocasión he expuesto aquí, yo SÍ soy defensor de modelos con filtros de acreditación. Pero uno por un lado tiene que defender la racionalidad de los sistemas de acreditación como límites a la corrupción universitaria; y por otra tiene que contemplar estas barbaridades...

    ... y es que es cansadísimo, oiga.

    ¡Un fuerte abrazo!

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  10. Exactamente, Jacobo, permite obtener los mismos puntos. En consecuencia apoya el perfil docente (sin "discriminarlo positivamente" ni otorgarle un trato de favor).

    En universidades donde ya se aplica el Pacto de Dedicación Académica (PDA) del que habla el Estatuto del PDI, y se "valora" con puntos año a año la actividad del profesor, cual vulgar sistema de desempeño, la actividad investigadora permite obtener muchos más puntos, discriminando negativamente el perfil docente.

    Con un PDA que hace a la gente ir por un camino (el de investigación y transferencia), a la larga en mi universidad todos seremos investigadores y "transferidores" de conocimiento porque la docencia ya no se valora.

    El PDA evidentemente premia mucho a los que se dedican a la gestión, que evidentemente, no tienen que hacer ni clases ni investigar para cumplir con creces. Pero la gente en la universidad no se queja de nada. Así que tenemos lo que nos merecemos.

    Pero lo importante, para mi, es que se permita al que trabaja (ya sea con perfil docente o investigador o de transferencia) promocionar con dignidad. Lo que hagan los que se dedican a la gestión hace tiempo que no me quita el sueño.

    En mi querida universidad lo que ha cambiado la vida de la gente, lo que está cambiando la cultura, no ha sido la ANECA ni sus modelos de acreditación ni será el Estatuto, ha sido el día el día y la aplicación del Pacto de Dedicació Académica. Un sistema que exige para cumplir los mismos puntos a un catedrático que a cualquier figura contractual y que básicamente son contratos-programas individualizados entre el profesor y la universidad.

    La ANECA es también un ente que premia la gestión. ¿Quien no ha visto grandes CV investigadores y docentes que la ANECA no acredita alegando "falta de cargos académicos unipersonales? Yo he visto varios, así que cualquier modelo que ayude a estas personas a promocionar horizontalmente en su puesto de trabajo sin pasar otra vez por la ANECA me parecerá bien. Lo del "PDI gestor" es un mal que tendremos que seguir soportando (como soportamos también políticos que se jubilan en un 8 años y que nos piden a los demás que trabajemos 40 años más porque si no el sistema no se sostiene).

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  11. Miguel Díaz y García Conlledo26 de enero de 2011, 10:34

    Ante todo, pleno acuerdo con el autor del post. La única matización podría ser que, para poder sumar puntillos sin investigación y llegar a catedrático, la persona en cuestión tiene que ser previamente profesor titular y ahí se supone que se le ha valorado la investigación. Pero es mucho suponer, pues ese profesor titular puede haberlo sido en virtud de cualquier sistema anterior y ¿quién no conoce a más de un titular -y, desde luego, catedráticos, aunque menos- sin méritos investigadores? Y, por otra parte, esos méritos reconocidos a la persona cuando obtuvo la condición de titular pueden ser ya del pleistoceno, sin haber investigado después en años y años.
    En lo que respecta al debate entre uno de los anónimos y Jacobo Dopico, me parece que tiene razón Jacobo y algo menos el anónimo. No voy a discutir aquí qué debe valer más en la universidad, si docencia o investigación, pero sí algunas otras cosas, como que, si difícil es valorar la investigación sin ver los trabajos y resultados (como algunos pretenden en esta época de "evaluación objetiva"), mucho más difícil es valorar la docencia, mejor, la calidad de la docencia. Porque dar muchas clases no significa que sean de calidad (a lo sumo, demuestra que la persona cumple al máximo con sus obligaciones horarias de docencia, que ya es algo, de acuerdo). Ni aprobar o suspender mucho o poco es síntoma de calidad docente. Ni las encuestas al uso a los estudiantes (al menos las que conozco) demuestran de verdad si un docente es bueno o malo. Y no creo que la calidad se gane "colgando" materiales docentes en la aplicación informática correspondiente (y conste que yo lo hago, pero supongo que no se discutirá que tales materiales pueden ser buenos, malos o regulares). De modo que ya me contarán...
    Por otra parte, en mi universidad (la de León), desde luego, no cuenta nada de nada la investigación; y la verdad es que la calidad de la docencia tampoco. Sólo tiene relevancia, y no para reconocer méritos, sino para dotar plazas, la carga docente, eso sí, debidamente reducida la capacidad docente a diversos cargos de gobierno y gestión. Así que esos Pactos de Dedicación Académica que tanto alaba Anónimo a mí me suenan a chino (y, con las reservas de no haber probado el sistema, con el prejuicio de estar influido por el nombre y con el recelo a las novedades acostumbradas en nuestras universidades de blandita pedagogía, a camelo).

    Abrazos fuertes para todos.

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  12. Si no lo he entendido mal, el Anexo que recoge las valoraciones dispone que para la evaluación de los apartados "docente", "investigador" e "innovador" se tendrán en cuenta las actividades del art. 8 (para todos ellos) y 9, 10 y 11 respectivamente a cada uno.

    Si tenemos en cuenta que dentro de ese art. 8 se incluyen dentro de las actividades de docentes e investigadores:

    h) La participación en actividades de dirección, gestión y representación institucional de la Universidad
    i) La participación en las actividades de representación sindical de la Universidad

    ¿Me están diciendo que dentro de los 50 puntos correspondientes a docencia y los 50 de investigación también se pueden obtener -obtener para obtener, claro- por ejemplo 10 puntos más por ser sindicalistas y/u oledor de miembros del Decano de turno? ¿Además de los 30 que ya me dan per se?

    Si a eso le sumamos unos materiales la mar de cutres y con los que resulta imposible estudiar pero ¡qué bien que están en formato pedefe! y dos o tres apaños más... Excelencia conseguida.

    Y ya me descojono cuando en el mismo Anexo encontramos que, por el mero hecho de someterte voluntariamente a la evaluación global de la docencia ¡ya te regalan 5 puntitos más! Y se pueden lograr hasta 12. Muy bien...¿eres un paquete y además te lo decimos? 5 puntos.

    Si me permiten hacer un símil con Delegación de Estudiantes... Es como si al delegado de clase le sumaran 0,5 puntos más a la media por el hecho de ser delegado. 1,5 puntos si lo es, además, de titulación. No contentos con eso, le sumaríamos otro puntito más por estar en Claustro. Otro más por estar en Junta. Y 2 más por ser consejero de gobierno. Ya tenemos casi los 6 puntos que necesitamos para, con los 4 que me dan por calentar el asiento y pasar de vez en cuando por algún despacho...ser el alumno más excelente. Ahora, que si saca un 5...¡se sale de la tabla! No se hará eso, ¿verdad?

    Sumamos y seguimos con el pajinismo...

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  13. No estaba exactament alabando el sistema de PDA, pero es una cosa que está en el estatuto y pasando bastante desapercida pese a que se instalará en todas las universidades si se aprueba el estatuto.

    Y lo bonito es que mientras nos han quitado el 5%, hay universidades que este año han empezado a pagar "complementos de productividad" ligados a ese PDA. Y así se cierra la cuadratura del círculo. Y el perfil profesional deja de ser una opción personal para pasar a estar "dirigido económicamente" por el rectorado, que a su vez dirige los perfiles en función de aquellos indicadores que le van a permitir obtener más financiación variable. Y el estatuto habla de perfiles pero no está tan claro que se vaya a poder escoger.

    La universidad está cambiando. Al menos en la que yo estoy se ha dado un giro bestial. ¿Mejor? ¿Peor? El tiempo lo dirá.

    Y ya no vuelvo a molestar más con este tema.

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  14. Querido Anónimo:

    ¡Cómo "molestar"! A mí me parece que has abierto un debate interesantísimo.

    Retomo lo que decía Miguel.

    Imagínate que en los méritos de investigación se valorase sólo:
    - HABER PUBLICADO ALGO. Lo que sea. Da igual que sea bueno o malo.
    - LLEVAR TIEMPO PUBLICANDO ALGO (lo que sea).

    Diríamos: quien diga que esto es valoración de la investigación o bien yerra de parte a parte o bien quiere engañarme.

    Pues lo mismo con la docencia. Si en la supuesta evaluación del desempeño docente sólo se valora:
    - las "horas de vuelo". Horror.
    - si se "elaboran materiales para colgar" (¡horrorosa idea cuando hablamos de Derecho, donde el corpus de materiales "estándar" es amplísimo! Por lo que yo he visto, salvo excepciones lo que se cuelga es una patética vulgarización de textos o apuntes).
    - encuestas. Atención a esto. Las encuestas de estudiantes son buenas... si se cruzan con otro dato: reflejo del rendimiento de la docencia en los conocimientos. Pero claro: las notas que da EL MISMO DOCENTE son un indicio malísimo. Sólo serían fiables, por ejemplo, en un sistema de EXAMEN ESTATAL igual para todas las Universidades. ¡Ahí sí se podría valorar algo mejor cuánto enseña cada enseñante o cuánto "doce" cada docente!
    De estas encuestas no me quejo, porque en la feria me va cojonudamente. Pero sé que factores extraprofesionales son FUNDAMENTALES para tener buenas calificaciones.

    Decía: si sólo se evalúan estos NO-INDICADORES, entonces quien diga que evalúa docencia o prepara "itinerarios profesionales docentes" nos engaña miserablemente.

    Nadie puede negar que la docencia es una de las labores fundamentales de la Universidad. De hecho, la primordial (la investigación puede tener lugar en otro tipo de instituciones).

    Pero lo cierto es que la AUSENCIA DE EVALUACIÓN REAL DE LA DOCENCIA imposibilita cualquier apelación a "excelencia docente". Hablar institucionalmente de la calidad docente de este o aquel profesional es pura cábala, afirmaciones imposibles de contrastar.

    Y, de hecho, tras ese "velo de ignorancia" es imposible distinguir a los verdaderos profesionales responsables preocupados de la docencia... de los incompetentes que buscan un nicho profesional alejado de la luz, los taquígrafos y el control de los pares.

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  15. No sé, pero cuanto más veo los nuevos sistemas, más me gusta el extinto de habilitación, con todas sus molestias e incomodidades de tener que hacer examenes en otra ciudad, desplazamientos...etc

    En el tan cacareado de la Aneca pasa lo mismo de siempre, quien tiene apoyos, saldrá adelante, si no, pues nada de nada. Pero de un modo mucho más oscuro, en una comisión fija, a la que llegan las presiones de las escuelas a favor de los candidatos oficiales de igual manera que antes.

    Creo que la investigación debería ser la base de la promoción. La docencia, tal cual está prevista su valoración, con tanto requerimiento pedagógico nos deja vendidos a los alumnos logse-eso, y al aprobado general. Y a ser el psico-terapeuta cotilla, que tiene la tutoría llena de chismes locales.

    Los cargos académicos, si han de puntuar deberían hacerlo, con un valor residual frente a la investigación y la docencia, y desde luego no vetar a quien no los tiene, pues no todos, por mucho que queramos, podemos acceder a ellos. Deben de puntuar, algo a quien los tenga, pero no deben excluir a quien no los tenga y alcance la misma valoración en los otros parámetros valorables (docencia e investigación)
    En fin....¡¡¡¡al menos que no nos suban la jubilación a los 80!!!!!

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  16. Desde luego, nada como el inveterado sistema MMTACC ("Me Monto un Tribunal de Amiguetes y Cátedra al Canto") con el que llegaron a catedráticos casi todos los que ahora se escandalizan. ¡Qué caradura!

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  17. ¡Excelente el post y penoso el borrador! Una vergüenza que eventualmente se pueda ser acreditado a catedrático sin tener investigación.

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  18. Por el cargo se cobra, no se deberían de dar puntos adicionales, es un trabajo extra, tampoco debería haber reducciones doncentes ni priviligeos, al fin a al cabo de dan a dedo, no por valía ni formación. Si uno realiza un trabajo extra, cobra y tiene que hacer su trabajo diario tambien, no tiene que haber reducción por tanto. También es increible que hayan pasado a titulares de escuela universitaria a titulares de universidad con 6 años de cargo y sin ninguna investigación. Es vergonzosa la universidad española.

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  19. La última intervención me parece -como todas- muy sensata pero me toca más de cerca. Tal vez esté más sensible al tema porque me acaban de denegar la acreditación después de varios años en buenas Universidades (italianas, alemanas, norteamericanas), buenas becas (Humboldt, Fullbright) y publicaciones en las mejores revistas. El argumento es que tengo un cero en el apartado tres: el de cargos académicos. Uno no piensa ocupar cargos de esa naturaleza jamás,porque impiden viajar tanto a estancias largas como a congresos. El que se dedica a la universidad no suele tener esa vocación. Yo creía que se trataba de investigar y dar clase...

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  20. Por cierto, yo firmé el manifiesto también.

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