FANECA

lunes, 19 de abril de 2010

¿Por qué se ha de incentivar el ejercicio de cargos académicos? Por Juan Antonio García Amado

En el amistoso debate que hace unas semanas mantenían aquí, en FANECA, Jacobo Dopico y María Ángeles Rueda, acababan bastante de acuerdo en que bien está que, en las evaluaciones del profesorado a efectos de acreditación, se concedan, adicionalmente, puntos por el ejercicio de cargos académicos, pues de esta manera se incentiva esa labor profesoral o, al menos, se evita la curiosa situación de que nadie quiera tales ocupaciones de dirección y gestión. Me permito algunas dudas a ese respecto, que paso a argumentar.
Por un parte, creo que es muy conveniente reordenar el trabajo de gestión en las universidades. Por otra, quién deba gobernar las instituciones universitarias y con qué estímulo es asunto que se debe analizar con sumo cuidado. Veamos lo uno y lo otro.
Alegaba la profesora Rueda que hasta se debían tomar en cuenta, a efectos de oportuna recompensa, esas tareas de organización de la docencia por grupos, aulas y horarios, labor pesada y poco agradecida que muchas veces cumplen, en las áreas y los departamentos, quienes ni siquiera tienen un cargo que llevarse al currículum. Entiendo muy bien la sana intención de María Ángeles Rueda y la justicia de su planteamiento, pero me parece que el problema hay que atajarlo en su origen, preguntándose por qué han de ser precisamente los profesores los que gasten su tiempo y su esfuerzo en tales quehaceres administrativos. Todos tenemos la experiencia frecuente y desconcertante, pero que asumimos como normal, de ver (o vernos) a algún profesor devanarse los sesos para tratar de cuadrar tiempos y espacios de docencia -por seguir con el ejemplo-, mientras el personal administrativo del departamento o la facultad correspondiente anda a lo suyo. ¿Lo suyo? Lo suyo sería eso. El personal de administración y servicios administra y sirve; el docente e investigador enseña e investiga. Cada uno en su tarea propia y Dios en la de todos. Si no, modifíquense las etiquetas... o aligeremos las plantillas del PAS y contratemos más profesorado.
Pondré otro ejemplo sencillo, de entre tantísimos posibles. En mi Facultad siempre es un problema engatusar a algún profesor para que acepte ser responsable del programa Erasmus. Es un considerable lío organizativo, consume tiempo y no se paga. ¿Y por qué ha de ser un profesor el que se dedique a labores que pasan más que nada por aplicar baremos, intercambiar datos y gestionar documentos?
Lo primero por lo que no hay que animar al profesorado para la ocupación de cargos administrativos es porque sobran cargos. Sobran, por lo general, en facultades, departamentos y vicerrectorados. Están de más por varias razones.
Una, porque a menudo son usados como moneda de cambio y para recompensar a los que los ambicionan. ¿Los ambicionan y es recompensa lograrlos? Pues ya está. Que lo pongan en la tarjeta de visita y misión cumplida, ésa es la compensación. Si además se paga por dichos puestos, mejor que mejor. ¿También vamos a pedir que la ANECA los premie?
Y otra, porque esos cargos y esos trabajos, pagados o no y aun cuando correspondan con tareas necesarias, sólo son expresión de una errónea distribución de funciones. Repito, la administración para los administrativos, la gestión para los gestores y la docencia e investigación para los profesores. Que las decisiones que importan y que versan sobre lo académico las tome el personal académico, que gobiernen profesores o tengan éstos mayoría. Pero para eso se necesitan pocos, no tantos como cargos existen en la actualidad y por lo común en facultades, departamentos y rectorados.
En cuanto a los móviles para desear cargos de gobierno universitario y los estímulos que hayan de aplicarse, me parece que el actual sistema, que combina remuneración económica más reconocimiento curricular generoso, es el más inconveniente de todos los posibles, pues hace buscar dichos puestos a quienes o bien se mueven por motivos espurios, como el simple deseo de influencia o sobresueldos, o bien pretenden sólo rellenar huecos curriculares, sin más voluntad ni superior designio. ¿Queremos que por ser decano o director de departamento se pelee un montón de colegas que o bien no tienen mayores ganas de estudiar, pero quieren darse un poco de importancia, o bien ninguna idea llevan y nada que aportar, pero sienten que así aumenta su consideración a efectos de títulos y ascensos? Así nos va y así nos irá.
Ha de gobernar quien tenga una idea sobre la institución y trate de llevarla a cabo con el beneplácito de la mayoría, no uno que pasaba por allí y descubrió que si se hacía decano recibía unos puntos como acicate y unos euros. Descartado en el apartado anterior que haya que cazar a lazo gestores y administrativos, pues para eso está el PAS capacitado y escalafonado, los cargos con mando deben desempeñarlos profesores con un programa sobre la institución. Programa, programa, programa. Ése es el único estímulo legítimo y el único admisible. El premio de gobernar consiste en poder aplicar el programa y ver los resultados. El objetivo es la obra, no los puntitos; la recompensa es lo hecho, no lo cobrado.
O, ya puestos a reconocer el sacrificio de los que con buen ánimo y debido criterio desempeñan cargos, que no se recompense a tanto alzado, sino que se evalúe la labor efectivamente hecha. No tengo ni idea de cómo, pero cosas más raras se han inventado. ¿O es que cada decano, por ejemplo, vale lo mismo, igual el zote que el despierto, el incapaz que el aplicado, el que hace buena labor o el que echa a perder la facultad, el que soluciona problemas o el que sólo los crea?
A más de cuatro cargos universitarios que he conocido habría que darles puntos, sí, pero de sutura. Ustedes ya me entienden.

6 comentarios:

  1. El planteamiento que haces, querido Toño, parte de que no deben compensarse labores administrativas en ANECA porque deberían ser realizadas por PAS. OK, creo que cualquiera estará de acuerdo en que esa es la opción 1, pero también en que algo hay que hacer mientras se camina hacia ella.

    Mi anterior post era de crítica posibilista a la posición de la ANECA: es INCORRECTA la enorme valoración que se da al desempeño de cargos (probablemente porque en el baremo han metido mano esos cargos). La lógica que debe seguirse es de mera compensación: compénsese a alguien en ANECA el tiempo dedicado a un decanato o rectorado. Tú vas más allá: no debe valorarse de ningún modo.

    Tú y yo conocemos a investigadores excelentes que han dedicado 5 o 10 años a estas funciones. Y ha sido magnífico que lo hiciesen ellos y no otros tuercebotas, porque ellos tenían (tienen) visión universitaria. Si se analizan sus últimos años SIN tener en cuenta esa circunstancia, en los miserables baremos estos académicos aparecerán como unos vagos improductivos. Por eso hace falta una lógica estrictamente compensatoria: téngase en cuenta esa dedicación.

    La compensación no le sirve al que NO TIENE MÉRITOS. Sólo le sirve al que SÍ los tiene, porque le permite justificar años en blanco (o en gris clarito). El "vicedecano profesional" sólo tiene méritos de gestión: si compensamos el vacío de esos años, se queda sólo su tesis doctoral escrita en el pleistoceno (y desde entonces, nada).

    Por ahí iba mi post: esto no puede ser un mérito ADICIONAL, una "casilla" que hay que cubrir y que, de no cubrir, te resta puntos. Debe ser simplemente una compensación que no permita que académicos excelentes se vean perjudicados por un servicio a la Universidad. Pero no debe permitir que académicos mediocres "suban escalones" por encima de su mérito y capacidad.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que el tema es dificil, desde luego no debería perjudicar el no haber ocupado un cargo porque normalmente no depende de uno mismo el nombramiento sino de las relaciones que tenga o de que le conozca, valore y confie en él la persona que lo nombre. Seguro que hay muchos profesores capaces de gestionar que se han dedicado sin embargo toda su vida a la investigación y la docencia pasando desapercibidas para quienes designan cargos académicos y nos hemos perdido brillantes posibles gestores. Tambien es cierto eso que dice Jacobo, que hay quien solo es cargo y se le olvida la investigación y la docencia, pero creo que una valoración equilibrada no permitiría a estas personas adelantar a los universitarios del otro perfil.
    Por otra parte yo ahora ocupo un cargo desde septiembre y os prometo que apenas me queda tiempo para nada, le dedico todo mi tiempo y energías al instituto, y el que me queda lo dedico a los doctorandos y a la docencia (que es una prioridad ineludible ademas de que el cargo no me reduce docencia) así que lo que sufre es la investigación. Pero ¿que puedo hacer si trabajo hasta los domingos? Yo me consuelo pensando que es una etapa y que ahora toca hacer esto (en lo que por cierto estoy disfrutando mucho a pesar del curro que supone!)Y tambien me consuelo pensando que lo duro es este año por las adaptaciones a Bolonia y que en los sucesivos tendre mas tiempo para mis investigaciones. Pero desde luego lo que espero es que no se me penalice por haber bajado el ritno de publicaciones, porque no puedo mas. Por ello mi experiencia me dice que lo aconsejable es no exigir estos méritos sino valorarlos (como dice jacobo para compensar) y desde luego no antes de un determinado nivel, es decir, que cuando uno ya es titular puede permitirse producir menos durante 4 años a cambio de ejercer estas tareas porque ya se ha formado lo suficiente, y al acabar su mandato podrá retomar el ritmo de su investigación, pero fomentar estas labores antes de la titularidad creo que va en contra de la formación académica del profesor.

    ResponderEliminar
  3. Con objeto de introducir algo de luz en esta discusión, merece la pena saber que magnitudes estamos manejando.
    Tomando datos del "Anuario Estadístico de la Universidad de Sevilla", que se puede obtener de la página web de la Hispalense. Estos son:
    Personal docente: 4393
    PAS: 2342
    Centros: 33
    Departamentos: 124

    Hasta hace algunos años venía toda la información relativa a TODOS los datos del número de cargos académicos, ahora sólo se puede estimar. Echando cuentas a razón de cuatro cargos académicos por Centro y dos por Departamento hacen un total aproximado de más de 400 cargos (hay que incluir todos los relativos al equipo de gobierno). Si además se les restan los profesores asociados (963), hay aproximadamente la misma gente dedicada a tareas docentes (e investigadoras ?) que a las no-docentes y no-investigadoras. Finalmente el número de alumnos es de 68.599.

    ResponderEliminar
  4. Mª Ángeles Rueda19 de abril de 2010, 12:10

    Queridos compañeros,
    Desde luego este es uno de los temas, incentivar o mejor cómo valorar sin desincentivar el ejercicio de cargos académicos, que originan bastantes discusiones entre la comunidad universitaria. La propuesta que realizó Jacobo Dopico me convenció bastante. Respecto de lo que ha apuntado Toño García Amado me gustaría señalar estas reflexiones.
    En primer lugar, apunta Toño que es muy conveniente reordenar el trabajo de gestión en las universidades. Estoy de acuerdo contigo en este punto. Sin embargo, hay tareas de gestión que no pueden quedar en manos del PAS ni en manos de los estudiantes. No se trata ahora de proponer ningún listado de tareas, pero en líneas generales yo pienso que la organización docente del curso académico es competencia exclusiva del profesor. Hasta hace unos años esta organización docente no planteaba grandes problemas, pero de un tiempo a esta parte esta función se ha complicado y el profesorado debe involucrarse necesariamente: organizar la docencia de un master oficial con resultados de aprendizaje, ejercicio de competencias, señalamiento de temas de trabajo interdisciplinarios, etc., no lo puede hacer un PAS sino un PDI. La fijación de horarios y otras tareas sí puede ser atribuida al PAS. Las actividades de gestión a las que aludo, formalmente, son nuevas y el profesorado tiene que atenderlas porque son necesarias para el desarrollo de la docencia y el aprovechamiento del estudiante. Por otro lado, asistimos a un nuevo perfil del profesor universitario: investigador, docente y gestor. Yo estoy de acuerdo contigo Toño cuando afirmas que “la administración para los administrativos, la gestión para los gestores y la docencia e investigación para los profesores”. No obstante, matizo: hay gestión de la docencia y de la investigación que sólo puede corresponder, en mi opinión, al profesorado y esta vertiente hay que valorarla. Personalmente no me parece mal que se valore la gestión académica, aunque aquí hay que concretar la valoración, claro!
    En segundo lugar y como indica Toño, quizás, el actual sistema de incentivo de la gestión que combina remuneración económica más reconocimiento curricular generoso es el más inconveniente de todos los posibles. ¿Qué otros sistemas hay? Los desconozco……. Pero una cosa está clara: nosotros votamos al Director/a del Departamento, Decano/a o Rector/a! Entonces: votemos para desempeñar tales cargos a profesores con un programa sobre la institución. Este debe ser el único estímulo legítimo y el único admisible.

    En fin: es un tema complicado….

    De todas formas, os agradecemos a los promotores de esta magnífica FANECA la posibilidad de debatir sobre todas estas cuestiones relacionadas con el mundo académico universitario.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. En otros ámbitos esto lo solucionaría (más o menos) un sindicato ¿qué pasa con el de los profesores de universidad?

    ResponderEliminar
  6. José Adolfo de Azcárraga21 de abril de 2010, 9:33

    Estoy de acuerdo con lo que dice
    JAA. La razon fundamental es que
    en la universidad española un decano
    o director de departamento es, en la
    practica, un gestor academico de la
    facultad o del departamento. NO ES,
    como otras universidades, una persona
    cuya excelencia cientifica le ha
    colocado ahi porque la universidad
    quiere que, desde ese puesto, diseñe
    o contribuya al perfil investigador
    que debe tener la facultad o el
    departamento en su conjunto. Por
    tanto, siendo su labor la de gestion
    administrativa y NO cientifica,
    estas ya suficientemente pagado con
    el sobresueldo y otros chollos a
    los que me referia en

    http://uniseria.blogspot.com/2010/03/por-que-el-baremo-de-la-aneca-para-las.html

    Esos cargos NO DEBEN ser merito para
    acceder al puesto de catedratico.
    De hecho, y como ya dije, si se juzgara
    la actuacion de los decanos, etc.,
    habria que restar puntos en un gran
    numero de casos.

    ResponderEliminar