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sábado, 8 de mayo de 2010

Del árbol de la sabiduría a la selva de las instituciones*. Por Mercedes Fuertes**

Es sorprendente advertir cómo ha cambiado la Universidad española en los últimos años. La prosperidad y el bienestar social que hemos disfrutado han enriquecido también en mucho la situación universitaria. No hay más que ver los grandes campus y sus presupuestos. Pero no es bueno caer en una complaciente satisfacción y, si somos universitarios, seamos también un poco críticos. Propongo una imagen. Muchas Universidades adoptaron como significativo emblema el árbol de la sabiduría. Pues bien, alrededor de ese ejemplar tan seductor han crecido otros nuevos especímenes y su desarrollo ha sido bien portentoso. Algunos son propios del espacio y clima universitario, otros me resultan exóticos, quizá -me permito sospechar- fruto de la ingeniería genética... En fin, que al buscar el cobijo en ese atractivo árbol de la sabiduría, nos encontramos con un denso bosque, cuando no con una selva inhóspita.

Los ejemplos son conocidos, pero recuerdo algunos datos. Hay alrededor de ¡cincuenta! Universidades públicas en España. Prácticamente todas han creado una “fundación general” con la finalidad de promover más cursos de formación, mejorar la gestión de proyectos de investigación, facilitar la colaboración con empresas privadas, administrar parques científicos e, incluso, adquirir acciones de algunas empresas. Me pregunto: ¿riqueza o duplicidad?

Del mismo modo, el impulso de parques científicos ha generado la creación de nuevas entidades, sociedades mercantiles con la participación de otras Administraciones o asociaciones de empresarios. También el empuje de la investigación aplicada ha estimulado la aparición como personificaciones societarias de las llamadas “empresas de base tecnológica” o, por economía lingüística sazonada por la tendencia de incorporar anglicismos, “spin-off”. Son muchas las sociedades así creadas por las Universidades.

Pero junto a la aparición de estas nuevas sociedades que pueden servir para satisfacer el objetivo de facilitar la transferencia de la investigación científica y tecnológica, en algunas Universidades se ha multiplicado la personificación de dependencias y servicios generando unos auténticos bosques de instituciones, cuando no selvas. Hay sociedades mercantiles que dependen de las Universidades españolas y que se dedican a la prestación de servicios de restauración, de promoción de actividades y congresos, gestionan un hotel, ofrecen el estudio de lenguas modernas o la traducción, administran el uso de las instalaciones deportivas de la Universidad, tiendas, o se dedican a la administración y venta de fincas rústicas y de sus productos...

Si ello hubiera contribuido a adelgazar la estructura de las Universidades podríamos reconsiderar esta riqueza selvática. Pero dentro de los edificios de Rectorado se advierte la procreación y multiplicación de los órganos. De unos pocos Vicerrectores, se ha pasado a muchos y a nombrar directores de áreas y hectáreas, jefes de secretariado, coordinadores de estructuras ¡cómo si no hubiera funcionarios que desde hace años han gestionado y administrado bien las Universidades!

¿Es necesaria tanta exuberancia?

La explosión de la crisis debería hacer reconsiderar este paisaje, máxime cuando resulta indispensable recortar el gasto público. Ya se están estudiando planes estatales y autonómicos de recortes presupuestarios. Pero parece más urgente en las Universidades porque, como ha publicado este periódico en un documentado reportaje, algunas padecen una preocupante situación económica. Si se tratara de empresas privadas hablaríamos directamente de quiebra.

La crisis que padecemos podría ser una buena oportunidad para analizar los males de la Universidad española y tratar de corregir una situación tan preocupante. Pero ¿alguien se atreverá a entrar en esa selva, a abrir camino y a podar lo superfluo para que se pueda volver a admirar el árbol de la ciencia?
*Publicado en el suplemento Campus de El Mundo el pasado miércoles, 5 de mayo.
**Mercedes Fuertes es catedrática de Derecho administrativo de la Universidad de León.

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