FANECA

domingo, 21 de marzo de 2010

Carta de agradecimiento de un profesor evaluado negativamente por la ANECA. Por Manuel Broncano Rodríguez

Un muy buen amigo, Manuel Broncano Rodríguez, nos envía, un poco espoleado por algún promotor de FANECA, el mensaje que en su momento remitió a una "miembra" (que, por elegancia, nuestro amigo mantiene aquí en el anonimato) de la correspondiente Comisión de acreditación de la ANECA, representante del área a que ambos pertenecen, Filología Inglesa, después de recibir la denegación (reclamación previa incluida) de su acreditación como Catedrático del área mencionada y, poco después, ser contratado como Catedrático... ¡de Literatura Americana!... ¡por una Universidad norteamericana de bastante prestigio!, tras pasar una seria selección con competidores estadounidenses incluidos. Que además sea Director del Departamento es casi lo de menos. Allí está, feliz y reconocido (sin que lo conocieran personalmente de nada), gracias al baño de realidad de nuestra casi homónima ANECA. Se entiende todo muy bien.

Ésta es la carta:

Distinguida Dra. ****** *****:

Me dirijo a usted con el fin de transmitirle mi más profundo agradecimiento por las razones que paso a explicarle. Ayer, día 22 de junio, recibí por fin contestación oficial de la ANECA en la que se me comunica la resolución definitiva de mi solicitud de acreditación para el cuerpo de CU, acordada por la Comisión de Artes y Humanidades, en la que usted actúa como representante del área de Filología Inglesa. En dicha comunicación se especifica la puntuación obtenida por mi expediente, la cual he podido finalmente conocer después de elevar una reclamación ante el Consejo de Universidades (y es que en la primera comunicación recibida no se recogía dicha puntuación, y así lo tuve que alegar ante tal Consejo). En todo caso, y aquí va la primera de las razones por las que me dirijo hoy a usted, la puntuación total otorgada a mi expediente es de 62 sobre un total de 100 puntos posibles.

Por una parte, ello me hace comprender que disto mucho de estar a la altura de los requisitos establecidos para acceder al cuerpo de CU. Por otra, me induce a sentir una profunda alegría por haber obtenido mi plaza de TU en el año 1993, pues de haber solicitado hoy acreditación para dicho cuerpo, es muy posible que la resolución hubiese sido negativa. Como usted seguramente conoce, para acceder al cuerpo de TU se exige un mínimo de 60 puntos sobre 100. Si después de dieciséis años como Titular de Universidad, y veintiuno como profesor universitario, mi expediente no alcanza más que 62 puntos, no puedo sino concluir que mi carrera universitaria no habría tenido cabida en el sistema universitario español. Gracias a Dios, las resoluciones de la ANECA no tienen efectos retroactivos. En todo caso, creo haber comprendido fehacientemente el lugar que ocupo en la Filología Inglesa en España, y eso debo de agradecérselo a la Comisión de Artes y Humanidades. Le ruego pues, que haga extensivo mi agradecimiento a todos los miembros que componen dicha comisión, así como a aquellos evaluadores que han participado en el proceso.

La verdadera razón por la que me dirijo hoy a usted es sin embargo la siguiente: cuando recibí la primera comunicación de la ANECA, donde se ponía en mi conocimiento la resolución negativa acordada por la C. de Artes y Humanidades, sentí una profunda desazón al comprobar que mi carrera estaba completamente desorientada y carecía de sentido (tanto investigador como docente). Dicho sentimiento me llevó a solicitar trabajo en otras latitudes, con la esperanza de encontrar algún país donde mi modesta carrera pudiese tener cabida y quizá incluso enderezarse. Y hete aquí que, quizá por mediación de algún santo (en los que creo sólo a veces), mi angustia encontró repuesta. Y así, hoy puedo poner en su conocimiento que a partir del próximo 1 de agosto del año en curso voy a comenzar a prestar mis servicios como "Professor of English (field: American Literature) and Chair of the Department of Language and Literature", es decir, Catedrático de Literatura Norteamericana y Director de Departamento, en la Texas A & M ***, institución miembro del sistema Texas A & M. Aunque es una institución modesta, que quizá no esté a la altura de ninguna de las universidades españolas, usted comprenderá que sea para mí motivo de inmensa alegría ver reconocida mi trayectoria académica en el campo de la literatura norteamericana por una institución estadounidense. Así pues, en breve emigraré hacia otras tierras (espero que sólo sea un exilio temporal) en busca, qué paradoja, de ese "sueño americano" del que tanto y tanto he hablado en mis clases, y del que sin duda seguiré hablando por aquellos lares, con la súbita comprensión de que ese sueño, al fin y al cabo, quizá exista...

Sólo puedo pues agradecerle a usted personalmente y a la ANECA en general haber evaluado de forma negativa mi solicitud de acreditación, pues de lo contrario nunca habría concursado a la plaza que hoy voy a ocupar. Como dice un pariente cercano, "Dios escribe derecho con renglones torcidos", y ello acaso se demuestre en las presentes circunstancias.

Espero no haberle robado mucho tiempo con este extenso mensaje, pero no quería dejar pasar la ocasión de manifestarle mi reconocimiento por su generosa y desinteresada labor como promotora y evaluadora de los estudios de Filología Inglesa en España. Sólo cabe alegrarse de saber que este país cuenta con gestores universitarios objetivos e imparciales como usted.

Aprovecho la ocasión para enviarle mis más cordiales saludos. Atentamente, M. B.

16 comentarios:

  1. Desde luego este chico debe tener un trauma infantil con las cátedras y las señoras que las administran. ¿Es que acaso se es más en el mundo universitario por ser catedrático? ¿Y por qué, aun a sabiendas de que su curriculum no alcanza ni para un TU, se empeña en que el universo universitario español está confabulado en su contra? ¿Y se piensa acaso el interfecto que porque una universidad norteamericana se haya fijado en él es más listo o se merece un premio nobel? La carta da pena desde luego de lastimosa y llena de inquina. ¡Que inventen otros!

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  2. Manifiesto mi gran desacuerdo con el Anónimo que firma arriba, y aplaudo y apoyo la carta enviada por el profesor M.B.
    Yo tampoco tengo ningún trauma infantil, pero siento algo muy parecido en materia de docencia en secundaria, así como en experiencias similares que han tenido amigos y conocidos en España.
    Cada día, por fortuna o desgracia, somos más los que decidimos irnos al extranjero, donde -por lo general- valoran de un modo más racional los méritos académicos, tanto en formación como en experiencia. Sin embargo, la gente que quiere conseguir un puesto en España se esfuerza, no por ser mejor y aprender más, sino por hacer LO QUE LE VAN A CONTAR a la hora de valorar su currículum, que raramente coincide con lo primero.
    Otro ejemplo que se me viene a la cabeza: una conocida polaca, que ha estudiado Pedagogía en Alemania (sí, señores, la Unión Europea, donde ya no hay fronteras...), que habla perfectamente polaco, inglés y alemán, así como algo de francés. Sin embargo, no puede optar a dar clases de alemán en ninguna institución pública porque no le homologan el título -sí, tras tres o cuatro años, y volviendo a pagar cada crédito en España y cursando la mayoría de las asignaturas, quizás se lo convaliden... le dijeron-. Yo sentía vergüenza, como española, mientras me lo contaba... ¡Magnífico país el nuestro!

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  3. Respecto al primer anónimo: ningún comentario.

    Respecto a la carta, magnífica. La universidad, como tantas instituciones, se ha corrompido hasta límites inimaginables gracias al amiguismo, sectarismo y los criterios arbitrarios. Los altos puestos están ya copados y no cabe nadie más, tenga méritos o no. Cómo entraron aquellos y lo que se exige ahora dista años-luz.

    Mi enhorabuena al autor de la carta porque yéndose a Estado Unidos comprobará cuán diferentes son las relaciones académicas aquí y allá. Allí jamás será discriminado por llamar a las cosas por su nombre y hacer bien su trabajo.

    Saludos.

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  4. Me ha gustado mucho esta historia, espero que el mensaje de "Dios escribe derecho con renglones torcidos" también me guié en mi triste camino en la universidad.

    Maldigo la hora en la que obtuve la acreditación positiva de la Aneca para TU.
    Hace ya más de un año de eso y aún sigo llorando día tras día el sufrimiento que me ha producido.
    La envidia y la mediocridad dominan la vida del profesorado universitario.
    Ahora, nunca habia visto un blog antisistema, mantenido por "gente del sistema" ... yo así tb me hago terrorista

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  5. Hay que rebelarse con la tramoya montada con la acreditación de una vez por todas. Literatura y acción!

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  6. Confutatis maledictis
    Flammis acribus addictis,
    Voca me cum benedictis.

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  7. Confutatis maledictis
    Flammis acribus addictis,
    Voca me cum benedictis.

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  8. La universidad española apesta a mediocridad.
    Dios guié a los arrepentidos de haber yacido con ella.

    Yo que creí que la luz era mía
    precipitado en la sombra me veo.

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  10. Uno que no entiende nada28 de marzo de 2010, 23:42

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  13. No tengo mucha idea de literatura inglesa, tan sólo lo básico. Sin embargo, opino que en la Universidad española necesitamos buenos expertos en autores ingleses, y creo que desaprovechar talentos por mantener o hacer entrar en estas instituciones a personas afines ideológicamente e insuficientemente preparadas es hacerle un flaco favor a la Universidad y la intelectualidad hispana.

    Por otro lado, lamento los inconvenientes que esta carta pudiera traerle a tan prestigioso y prometedor profesor dentro del ámbito universitario español, y espero que de una vez la Universidad española llegue a funcionar racionalmente y por atribución justa de méritos. No por casualidad, su nombre deriva etimológicamente de universalidad, por seguir criterios únicos y universales para le realización de sus funciones, y nunca por escoger siguiendo criterios partidarios, particulares y partidistas, conceptos todos derivados de "parte.

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  14. Y lo que dice este profesor se queda corto. En España la democracia no existe, en tanto en cuanto a determinado nivel (y el problema comienza ya en los peldaños medios y bajos del escalafón) el concurso de méritos es sustituido por la endogamia. En el siglo XXI todavía disponemos de una organización social clánica. Qué pena. Un abrazo a todos de otro investigador en el extranjero.

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  15. El área de Filología Inglesa cuenta, como no puede ser de otra manera, con grandes profesionales independientemente de su situación administrativa (contratado, TU, CU). Sin embargo, hay muchos catedráticos que están hoy día ejerciendo de evaluadores que hacen lo que les apetece sin miramientos usando como escudo el anonimato. Sin embargo, no son todo lo inteligentes que parecen pues ocurre que, en ocasiones, meten la pata en sus informes con comentarios personales que indican la proximidad y el interés en que el evaluado no obtenga un resultado positivo. Esto se debe, entre otras cosas, a que muchos de nuestros catedráticos de Filología Inglesa actuales, sometiéndose a los mismos procesos de evaluación, es muy probable que no obtuviesen una evaluación positiva de su actividad investigadora, docente y de gestión. Sin embargo, ahí están pidiendo a los solicitantes el 1000% de lo que ellos carecen.

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  16. Es evidente, y así lo dicen las bases de la evaluación, que los criterios no son los mismos para dar puntuaciones a un catedrático y a un titular de universidad. Por tanto no tiene sentido comparar esos 62 puntos que obtiene el evaluado para catedrático con los 60 que necesitaría actualmente para titular, pues los criterios para asignar la puntuación son diferentes. Esto el señor que escribe la carta debiera saberlo, pues es lo primero que alguien que se dispone a pedir la acreditación estudia, para valorar si hacer la solicitud o no.
    Los criterios pueden considerarse justos o injustos. Puede considerarse injusta la valoración de unas publicaciones y no de otras, pero, al menos en mi área, los criterios están claros. Tienes la puntuación máxima con tantos artículos, tantos años de docencia, tantas tesis, etc. Nadie puede decir (en mi área) que no sabe por donde va a ir su puntuación.
    Desconozco cómo está el área de Filología Inglesa, pero me cuesta mucho entender que un funcionario titular de universidad esté tan indignado y decida emigrar porque no le acreditan como catedrático. A mí me parece que su calidad de vida, condiciones de seguridad laboral y su sueldo son más que aceptables.

    Que quede claro que no soy evaluador ni tengo nada que ver con la Aneca, pero no lo entiendo. Ni siquiera tengo la suerte de ser titular de universidad, a pesar de que trabajo en el gremio. La carta parece más bien una pataleta de mal perdedor.

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